Presentación
Los últimos cincuenta años han sido testigos del aumento notable de la producción agrícola global, que ha permitido satisfacer, en gran parte, la demanda de alimentos de una población mundial en rápido crecimiento. Esta mayor producción ha sido consecuencia de la expansión de la frontera agrícola, la reducción del periodo de descanso de los suelos, el empleo de cultivares altamente productivos y razas selectas de animales, el uso intensivo de recursos naturales, maquinaria, pesticidas y fertilizantes y mayor inversión en infraestructura de riego y drenaje, todo lo cual caracteriza a una agricultura intensiva.
Sin embargo, la aplicación indiscriminada de todo este paquete tecnológico ha generado nuevos problemas como son la degradación de los suelos, del aire y la calidad del agua, amenazas químicas y biológicas a la calidad de los alimentos, nuevas pestes de los cultivos y del ganado, cambio climático global, fuerte dependencia de la energía petroquímica finita, pérdida de diversidad biológica y menor desarrollo de las comunidades rurales, con menores oportunidades para los jóvenes y las mujeres. Todo ello hace que la mal denominada agricultura moderna sea considerada como no sostenible en el largo plazo, por no tener potencial para producir el suficiente el alimento que demandará la población, por que está erosionando las condiciones que la han hicieron posible.
Para revertir esta situación, se han sugerido diversas alternativas entre las que destaca la implementación de una “agricultura sustentable”. Tal alternativa involucra sistemas integrados de producción de plantas y animales que tienen una aplicación específica local, capaces de mantener su productividad y utilidad para la sociedad en forma indefinida y que, por lo tanto, deben ser: conservadores de recursos, socialmente llevaderos, comercialmente competitivos y ambientalmente sanos. Una agricultura sustentable debe satisfacer las necesidades alimentarias, en cantidad y en calidad, de una población mundial en continua expansión, mejorar su nivel de vida sin deterioro del ambiente y reducir la pobreza, brindando a la vez mayores y mejores oportunidades de empleo que permitan alcanzar el desarrollo humano.
La Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), tiene una larga historia de liderazgo en la enseñanza y la investigación agrícola en el Perú y en Latinoamérica.
Es la principal responsable de la innovación tecnológica, como parte de su compromiso por apoyar el desarrollo agrícola en nuestro país. Para cumplir mejor con este compromiso con dinamismo y acorde con los nuevos escenarios, tiene interés especial en generar espacios de trabajo interdisciplinarios, mediante la creación de nuevas especialidades a nivel de Postgrado que respondan con más eficiencia a los retos que enfrenta la agricultura del nuevo milenio.
Dentro de este contexto, la UNALM, mediante Resolución Nº 305-2004-UNALM, de fecha 23 de Junio del 2004, aprobó la creación del PROGRAMA DE DOCTORADO EN AGRICULTURA SUSTENTABLE (PDAS), en respuesta a la necesidad de formar un nuevo tipo de profesionales que con visión holística analicen, evalúen y planteen alternativas de solución, a los complejos problemas que atraviesa la agricultura nacional y por considerar que nuestro país tiene una riqueza geográfica y cultural que lo convierte en un gran “laboratorio natural ” donde se puede estudiar, investigar, analizar y experimentar los diversos aspectos sociales, culturales, tecnológicos y económicos que caracterizan a los agroecosistemas de zonas costeras, alto andinas y amazónicas.
El PDAS busca contribuir de modo importante al desarrollo del Perú y de otros países latinoamericanos. El diseño interdisciplinario del PDAS busca generar conocimiento que esté a tono con las complejas necesidades de la agricultura del siglo XXI, que no solo debe ser competitiva, desde el punto de vista económico, sino que también esté comprometida con el manejo racional de los recursos naturales y con el respeto por la cultura de las comunidades rurales