Durante casi dos horas, los representantes de partidos políticos: Ángel Manero de Acción Popular; Juan Risi de Victoria Nacional; Alfonso Velásquez de Renovación Popular; Eduardo Zegarra de Juntos por el Perú; Marco Vinelli de Fuerza Popular y Víctor Vásquez de Avanza País, ofrecieron los pormenores de lo que harían para garantizar el progreso no solo de la agroindustria, sino de la pequeña agricultura nacional.
En el primer bloque se expusieron los objetivos estratégicos del sector al 2026. En el segundo bloque y por sorteo, cada candidato abordó los siguientes temas: financiamiento, biodiversidad y genética, desarrollo forestal, recursos hídricos, mercados, y ganadería.
Para el tercer bloque se abordó los temas: tributación, importación de productos subsidiados, la minería y la agricultura, ley de promoción agraria, promoción de inversiones, y rol de la academia.
En este último tema (rol de la academia), Juan Risi de Victoria Nacional, mencionó que al ser egresado de la UNALM y exjefe del INIA, le da la experiencia para articular entre ambas instituciones. «Nosotros sacamos un decreto que regula el Programa de Innovación Agraria para mejorarlo. Debemos hacer que las tesis de las universidades se enfoquen en las necesidades del país; que mejor que la UNALM con toda la infraestructura, la trayectoria y docentes que tiene para apoyarnos», manifestó.
Asimismo, sostuvo que se debe aprovechar a las universidades para capitalizar toda la información en investigación estratégica que realizan los alumnos, a fin de construir toda la innovación en agricultura. «Con esto podríamos hacer que los alumnos realicen sus tesis en las unidades experimentales del INIA, además mostrarles la realidad del campo», resaltó.
En la réplica del tema, Alfonso Velásquez de Renovación Popular, indicó que no solo sería centrarse en el INIA, sino ampliarse a nivel empresarial. «Que mejor que la Universidad Agraria establezca un ecosistema interuniversitario de la mano con del INIA y el INDDA, además darle fortalezas a los otros programas del MINAGRI, promoviendo las mejoras productivas. Con el apoyo del INDDA se podrá dar procesos en las regiones, de tal manera de generar un ecosistema de innovación y emprendimiento, de enseñanza, del saber hacer», argumentó.
Por su parte, Ángelo Manero del partido Acción Popular, sostuvo que con los presupuestos asignados al INIA y a la UNALM se podría suponer que estas instituciones están bien, pero la realidad es otra. «En el primero, se debe atender a las unidades experimentales, mientras que en el segundo al pago del personal entre otros gastos. La Agraria tiene un recurso humano valioso, por lo cual debemos aprovechar de manera inmediata. Ante ello, planteamos el programa Agro Aplica, con 100 millones de soles anuales para financiar 50 proyectos y que en cada uno al menos haya dos universidades con especialistas del INIA para realizar la diversificación de la pequeña producción, nuevos cultivos, nuevas crianzas, nuevos procesos. Asimismo, apoyando a la diversificación de la agricultura familiar», explicó.
Eduardo Zegarra de Juntos por el Perú, argumentó que se debe dar prioridad a la innovación, por ello, su partido promoverá el Ministerio de Ciencia y Tecnología. «En el sector agrario debemos hacer cambios centrales, planteamos un proceso de modernización del INIA articulando de manera eficiente con las universidades. Además, promoveremos el tema de la difusión tecnológica, y el rejuvenecimiento de la agricultura con escuelas del agro junto con un desarrollo tecnológico», señaló.
Cabe señalar que los demás partidos no tomaron la palabra para abordar el tema del rol de la academia (era de réplica libre) y expusieron otras problemáticas a mejorar.
Marco Vinelli, vocero de Fuerza Popular, manifestó que la pandemia terminará de sumir en una mayor indefensión al campo, con un estimado de 10 millones de pobres que deben ser rescatados. Esto habrá acrecentado la brecha ya existente en la que el crecimiento de la productividad de la costa, gracias a las grandes agroexportadoras, está por encima del 7%, en tanto que la sierra y selva casi no han visto ese fenómeno, lo que los condena a la pobreza.
Para este cometido una herramienta que destaca es la Constitución Política de 1993 que en su artículo 88 declara que el agro debe ser apoyado preferentemente, con lo cual establecerán cinco objetivos estratégicos hacia el 2026: incrementar la productividad del pequeño agricultor, mejorar acceso al agua para este sector, promover la inclusión financiera real con asistencia técnica, promover acceso a mercados nacionales e internacionales premiando a quienes involucren pequeños agricultores y desarrollo forestal con uso sostenible de recursos naturales.
Víctor Vásquez de Avanza País manifestó que es necesario trabajar en una estabilidad jurídica para el agro. «No es posible que el 70 % de la propiedad de la superficie agraria aún esté en el limbo jurídico, sin título de propiedad», reclamó.
Otra arista que expuso fue la integración a los mercados, que se alcanzará acompañando la formación y fortalecimiento de los productores en cualquier forma asociativa, con apoyo del Estado, con el objetivo que se inserten en la dinámica moderna del mercado, convirtiéndose en ofertantes seguros y continuos para los programas de compras públicas.
|