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(2020, junio 17). - Cada año, diversos países se reúnen el 17 de junio para reflexionar juntos sobre el estado de las tierras en el planeta, y lamentablemente las cifras son cada vez más alarmantes: un tercio de tierras cultivables se han perdido a un ritmo de 10 millones de ha al año, el 25 % se hallan en estado de degradación, entre el 2000 y el 2010 se han pasado a clasificar como tierras secas entre el 25 y el 30% y la degradación de las tierras aporta con el 20 % de las emisiones de carbono. |
El CIZA de la UNALM, a cargo del Mg.Sc Juan Torres, ha participado en estudios con énfasis en los desiertos costeros, las zonas semiáridas andina, realizando labores de monitoreo y participando en proyectos de bosques estacionalmente secos, cuencas andinas, proceso de domesticación de plantas, conservación in situ de la agrobiodiversidad, cambio climático y de escuelas y semillas, así como de colaboración con el Punto Focal del Perú ante la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación y la Sequía habiendo participado como corresponsal científico nacional del Perú ante la Convención y en la elaboración de varios de los Planes Nacionales de Acción (PAN) de Lucha contra la Desertificación a nivel nacional.
El CIZA tiene entre sus labores la publicación de la Revista de Zonas Áridas, como también con una serie de proyectos en curso: Proyecto CIZA - UNALM: Diversidad, y seguridad alimentaria y cambio climático. Huánuco y Apurímac (2020), Proyecto CIZA - UNALM: Escuelas y Semillas. Huánuco y Apurímac (2020), Proyecto McKnight –CIZA UNALM: Diversidad, flujo génico de cultivos andinos y seguridad alimentaria: contrarrestando procesos de erosión genética para enfrentar a los inciertos escenarios de cambio climático, (2016-2020), entre otros.
Este año la Convención le ha dedicado el día a reflexionar sobre los alimentos, forrajes y fibras en medio de la pandemia, pensando además que después de lo vivido ya no volveremos a ser los mismos y así como en nuestro país estamos regresando a las montañas, regresaremos a desempolvar andenes, a volver a valorar muchos de los alimentos nativos despreciados, al trabajo comunal en las tierras comunales a valorar los indicadores cualitativos y respetar la espiritualidad que sobre los suelos tenían nuestras culturas ancestrales.
Hoy, ante este escenario, se está planteando la “Degradación neutral de las tierras” es decir que al menos intentemos no degradar más y mantener las cifras actuales estables y en lo que se pueda recuperar tierras utilizando conceptos como el de la restauración de bosques y destacar los servicios ecosistémicos que brindan los suelos.
En nuestro país, es importante que se detengan los procesos de salinización de los suelos costeros, que no avancen los procesos de erosión hídrica en los valles interandinos y en la Amazonía, detener los procesos de deforestación que en el 2018 llegó a 154.7 mil ha.
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