Según la jefa del PIPS en Hortalizas de la UNALM, Saray Siura, experta en olericultura (ciencia que estudia todos los aspectos relacionados con el cultivo de hortalizas), debemos recuperar la importancia de la agricultura y de contar con una producción local fuerte, apoyando a los pequeños productores en el campo y recuperando espacios en la ciudad, a fin de volverlos productivos. Asimismo, reconectar a los habitantes de la ciudad hacia la naturaleza y no tener niños que no reconocen las verduras frescas o que piensen que se producen en el supermercado.

En muchas partes del mundo se promueve para contribuir con el abastecimiento de la gente en la ciudad (jardines, techos y parques públicos), para acercar más a la gente de las metrópolis hacia la naturaleza (jardines comestibles en estacionamientos subterráneos o terrazas de edificios comerciales), para ocupar el tiempo con actividades productivas (programas sociales para desempleados, adultos mayores, amas de casa, entre otros) o incluso para desestresarse (empresas).

Huertos urbanos para mejorar la alimentación

En Lima, los huertos urbanos son un recurso para mejorar la alimentación, especialmente con vitaminas y minerales, a los que mucha población no accede principalmente por falta de recursos. La agricultura urbana tiene importancia en la alimentación, en la mejora del paisaje y educa a las personas en la conservación de sus espacios y del ambiente. Esta producción puede ser un apoyo en el abastecimiento de los mercados locales y en la reducción de la huella ecológica generada por el transporte desde grandes distancias. La agricultura urbana es una alternativa que incrementa o mejora la infraestructura de áreas verdes, en ciudades como Lima, que ha crecido extendida sobre el desierto y con poca vocación por conservar las áreas verdes.

•  ¿Qué hortalizas se pueden cultivar en la Agricultura Urbana?

La ventaja de las hortalizas es que crecen mucho más rápido que otros cultivos y gran parte de ellas ocupan pequeños espacios. Además, la ciudad de Lima presenta un ambiente favorable para las hortalizas por el clima húmedo y temperaturas apropiadas para su crecimiento casi todo el año y una población urbana muy vinculada con el medio rural. Entre las hortalizas que podemos sembrar en espacios pequeños se encuentran: acelga, albahaca, espinaca, coles, culantro, perejil, lechuga, cebolla china, vainita, zapallito, tomate, kale, rabanito, zanahoria, nabo, betarraga, que son conocidas, pero también algunas que conocemos y que debemos reaprender a consumirlas como los amarantos silvestres, el atacco, las acederas, ortiga, mastuerzo, diente de león, tomate silvestre, entre otros. Todos ellos cultivados en suelo, macetas o estructuras diseñadas para ahorrar espacio, en lo que algunos llaman jardines comestibles.

La selección de los cultivos requiere ir experimentando con el clima, el tiempo de crecimiento y el ambiente donde cultivamos. Existen reportes que dan rendimientos entre 10 -20 kg/m2 de alimentos que puede alimentar a varias personas en una familia. Las pequeñas áreas suman cuando observamos los espacios subutilizados en la ciudad como techos, patios, áreas sin construir, espacios públicos como colegios, parques, etc.

• ¿Se puede controlar el uso del agua para estos fines?

En Lima no llueve y el agua es escasa. Sin embargo, en los distritos de Ventanilla o Villa María del Triunfo encuentras huertos comunales de hasta 2 hectáreas. Es posible optimizar el uso de agua con técnicas de mejora del suelo para mejorar su retención de agua: como el uso de cubiertas de suelo y abonos orgánicos, ahorrando el volumen de riego, manteniendo el suelo cubierto con plantas, reutilizando agua cuando sea posible sin riesgo de contaminación y, con técnicas innovadoras como los atrapanieblas. La gestión y apoyo de las municipalidades es importante también. Se usa el agua para regar jardines, con mayor razón para los huertos en la ciudad.

Experiencias de la UNALM

• ¿Qué experiencias tiene La Agraria en Agricultura Urbana?

La UNALM forma parte de la Plataforma Agricultura Urbana en Lima (PAUL) que trabaja en los valles cercanos como Chillón, Lurín y Mala, así como asociaciones de agricultores urbanos de los distritos de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho, Comas, Carabayllo. Además, se implementó un proyecto de capacitación en agricultura urbana con varios huertos comunales dentro de los barrios, así como en la zona periurbana de Carabayllo. Todos enfocados en producción agroecológica. Se ha trabajado en proyectos conjuntos en escuelas de la cuenca del río Rímac, con apoyo de las direcciones zonales de Educación, a través de cooperantes, etc. El Programa de Hortalizas también realiza continua capacitación en la misma universidad, que por el momento se están rediseñando para adaptarlos a esta nueva situación.

• ¿Existen propuestas de trabajar con las municipalidades, en especial en este contexto del COVID-19?

Se quiere fomentar que los municipios tengan una ordenanza que institucionalice esta actividad con políticas y actividades orientadas a hacer de Lima una ciudad que sea capaz de recuperar su paisaje, mejorar sus espacios subutilizados, fomentar la asociatividad de los vecinos para darle un mejor uso a los jardines.

La UNALM trabaja por la seguridad alimentaria y el mejoramiento ambiental. El Programa de Hortalizas acompaña procesos a favor de la promoción de la agricultura en Lima y otras ciudades como Piura (donde estuvimos antes de la pandemia capacitando a profesores), Arequipa, Huancayo. Asimismo, apoyamos mesas temáticas relacionadas como la de Sistemas de Alimentación que promueve la FAO. La agricultura urbana debe enfocarse como una estrategia para la mejora de los sistemas de alimentación en las ciudades.

Para más información:
Correo: huerto1@lamolina.edu.pe
Web: http://www.lamolina.edu.pe/hortalizas/