El proyecto ganador presentado por un grupo de molineros, liderados por el Dr. Marcial Silva Jaimes, evaluará la capacidad de descontaminación del prototipo contra el SARS-CoV-2, en pequeños ambientes cerrados con una alta carga de contaminación, como es el caso de las ambulancias y cabinas de aislamiento, utilizados en el traslado de pacientes infectados. Pero estas unidades también requieren ser utilizadas una y otra vez, por lo que no solo se debe desinfectar eficientemente, sino también de manera rápida. Por ello, se utilizó la concentración más alta que es capaz de producir el generador, de manera que la descontaminación se produzca en el menor tiempo posible.
«A estas alturas de desarrollo de la pandemia, cualquier tecnología que se quiera aplicar para atenuar la diseminación del virus tiene que estar sustentado en evidencias científicas. No basta decir que estoy aplicando un desinfectante, sin saber si es efectivo. Hoy se sabe, por ejemplo, que las famosas cabinas de desinfección son inútiles, que la “desinfección del asfalto” también es inútil. En realidad, se aplican empíricamente, por creencias, y son medidas que dan una sensación de falsa seguridad. Por ello, en el proyecto planteamos validar la efectividad del ozonizador, no solamente contra el virus de la COVID-19, sino también contra bacterias, que muchas veces terminan generando contaminaciones cruzadas con bacterias altamente resistentes a los antibióticos y que son responsables de graves infecciones intrahospitalarias”, mencionó el doctor Silva.
Uso importante del ozono
Se ha demostrado que el ozono es un potencial agente en la desinfección y eliminación de bacterias, mohos, virus y toxinas presentes en las superficies de equipos y productos, su manipulación es fácil y versátil para distintos campos.
El proyecto busca validar un prototipo de ozonizador fabricado en el Perú, que permita una desinfección rápida y efectiva, utilizando altas concentraciones de ozono, de los interiores de las ambulancias y cabinas empleadas para trasladar pacientes sospechosos y casos confirmados de COVID 19.
«En una primera etapa se trabajará con una ambulancia y camilla de referencia, que recibirá una contaminación experimental y controlada de bacterias, levaduras y virus no patógenos que nos permita determinar los tiempos más eficientes de descontaminación. En una segunda etapa se harán muestreos aleatorios de unidades utilizadas para el transporte de sospechosos y casos confirmados de COVID 19. Todos estos datos nos permitirán comprobar la efectividad del generador de ozono contra contaminantes bacterianos y el COVID 19», mencionó Silva.
«Aunque el enfoque inicial del trabajo estuvo vinculado a la descontaminación de los alimentos, esta tecnología recibe múltiples aplicaciones tanto en medicina como en el tratamiento de efluentes de agua provenientes de centros médicos para evitar la transmisión secundaria del virus, que debería ser investigado también en nuestro medio», finalizó el investigador. |