Hoy, más que nunca, en un contexto en que las economías de los hogares han sido golpeadas por la crisis sanitaria a causa del COVID-19, la responsabilidad de mantenerse saludable mediante una adecuada alimentación es una tarea complicada. Equilibrar la dieta diaria para los miembros de su hogar, algunos con condiciones especiales de salud (celiacos o con dolencias de alergias alimentarias), es una situación compleja por la escasez de alimentos o baja disponibilidad, o porque el presupuesto familiar (la gran mayoría) se ha visto recortado.

Debemos asumir que los patrones de alimentación de la población en general ha cambiado en este contexto actual y la posibilidad de no nutrirse bien es un riesgo latente, entonces, es tiempo de reinventarse, de poner en práctica el conocimiento de nuestros especialistas y ponerlo al servicio del país.

Tenemos como excelente ejemplo en el Perú, a la Universidad Nacional Agraria La Molina, que con 8 Facultades ha sabido orientar sus resultados a favor a la seguridad alimentaria nacional e internacional. Es así, que en el marco de su quehacer ligado a la producción agrícola y pecuaria, y contando con el compromiso de sus expertos, ha logrado crear la gran mayoría de variedades de trigo, cebada, papa y maíz del país, además, ha permitido dar valor agregado y calidad a variados alimentos que hoy se comercializan en sus regiones, y en el exterior.

Esta preocupación para mejorar la situación nutricional de nuestro país, nos lleva a dar relevancia a información valiosa para esta crisis y que nos de ideas para asumir el reto de la adecuada nutrición. A finales de diciembre del año 2009, el Programa de Cereales y Granos Andinos de la UNALM, dirigido por la investigadora y docente de Agronomía Dra. Luz Gómez Pando,  innovó con la presentación gastronómica “Alternativas de Cena Navideña”, para demostrar en la práctica la utilización de insumos nativos como la quinua, papa seca, cebada y kiwicha. Los platos presentados fueron: Carapulca  de morón de trigo, Lomo de alpaca en salsa de madera, Salpicón de quinua, Pollo al horno relleno c/ verduras, Cuy relleno c/frutas secas, Lomo de cerdo en salsa de piña, Morón zambito de cebada, Chocolate con kiwicha expandida, poniendo así en valor las cualidades nutritivas de los productos, que traídos a la actualidad, son opciones que el mundo necesita en estas circunstancias adversas y pensando en el futuro próximo.

Más adelante, en diciembre del 2018, la docente e investigadora de la Facultad de Industrias Alimentarias, Dra. Ritva Repo fue entrevistada por el medio de comunicación CNN en Español, enfatizando en el alto valor nutricional de la quinua. « …  tiene alto valor de proteínas, y de buena calidad, vitaminas, minerales, tiene compuestos bioactivos, es decir que puede protegernos de ciertas enfermedades crónicas… hay estudios preliminares que indican que nos puede ayudar a prevenir la diabetes, también enfermedades cardiovasculares, porque el consumo de quinua reduce el nivel de colesterol en la sangre, también los antioxidantes que tiene la quinua de color puede proteger de cierto tipo de cáncer», indicó.

En octubre del 2019, la Facultad de Pesquería de la UNALM presentó la elaboración de un producto a base de pota y granos andinos para combatir la anemia y la desnutrición en los escolares, en el marco del proyecto, denominado «Desarrollo de productos extrudidos tipo pop de cereales y granos andinos enriquecidos con proteína de pota para la población escolar y preescolar». El producto es rico en proteínas, aminoácidos esenciales y ácidos grasos como el Omega 3. La iniciativa es financiada por Concytec en convenio con el Banco Mundial, al igual que muchas iniciativas desarrolladas por destacados investigadores en la UNALM en los últimos cinco años.

En este caso nos referimos una guía para crear comidas saludables y balanceadas, elaborada por especialistas de nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, a lo que denominaron el Plato para Comer Saludable.

Los especialistas consideran la siguiente distribución: La mitad de un plato debe contener vegetales y frutas. La papa no cuenta como vegetal, es más se recalca  su efecto negativo en la azúcar en la sangre. Una cuarta parte del plato: dar espacio a los granos integrales (trigo integral, cebada, granos de trigo, quinua, avena, arroz integral, y las comidas preparadas con estos ingredientes, porque tienen un efecto más moderado en la azúcar en la sangre y la insulina en comparación al pan blanco, arroz blanco, y otros granos refinados. Otra cuarta parte del plato debe considerar a las proteínas. Se menciona al pescado, pollo, legumbres (vainitas verdes/leguminosas/frejoles) y nueces. Aconsejan limitar las carnes rojas y evitar carnes procesadas como embutidos (salchichas, jamón, etc.).

Finalmente, no hay dieta saludable que no recomiende: a) mantenerse activo mediante una rutina de ejercicio diaria, b) realizar actividades distractoras para manejar el estrés mientras dura el confinamiento y, c) dormir lo suficiente.