Esta modalidad se adoptó a razón de las restricciones decretadas por el gobierno peruano con motivo de la pandemia. La canasta básica incluye productos como lácteos, carnes, huevos, legumbres, menestras, cereales, azúcar, aceite entre otros, que contribuyan a una alimentación nutritiva y balanceada del estudiante.

Los estudiantes que se acogen al beneficio se encuentran fuera de Lima, son de escasos recursos económicos y carecen de familiares que puedan albergarlos. Además, se evalúa semestralmente el rendimiento académico para que puedan continuar con la subvención, que fue otorgada por los meses de agosto, setiembre, octubre, noviembre y diciembre.

Las labores que los estudiantes desarrollan están vinculadas a la actividad universitaria y respetando el horario académico, de modo que no interfiera con la asistencia a sus clases teóricas ni prácticas. Mensualmente el responsable de la dependencia, donde realiza la bolsa de trabajo el estudiante, da conformidad en su plataforma virtual (Amauta, SIGU), a la planilla de las labores realizadas.