En los últimos años, gracias a las gestiones de uno de los fundadores de la Maestría en Agronegocios, el doctor Leoncio Fernández, se ha consolidado las relaciones con instituciones y universidades líderes en agronegocios en Latinoamérica, entre ellas: Universidad de Buenos Aires, Universidad de Costa Rica y la Escuela de Negocios Getulio Vargas del Brasil. Asimismo, con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) Perú e IICA Costa Rica, la Embajada de Israel en Perú, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), Agro ideas, entre otros.
Con un gran número de investigaciones reflejadas en tesis y una demanda creciente en los procesos de Admisión, la maestría a partir del ciclo 2020-II ha implementado su "Plan Actualizado de Estudios", donde se ha creado nuevos cursos del área Logística, Innovación y Responsabilidad Social. Además, los alumnos realizan viajes nacionales de estudios a Ica, Lambayeque, Piura, La Libertad, entre otros. También, viajes internacionales como Israel, Estados Unidos, Costa Rica, Holanda, Brasil, Argentina, entre otros.
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EXPOSICIONES SOBRE AGRONEGOCIOS EN PERÚ
Las exposiciones empezaron con el MBA. Gabriel Amaro, director de la Asociación de Gremios Agrarios del Perú, cuyo tema fue “Competitividad de la Agroexportación”. El experto, detalló que la competitividad se enfoca en la estructura empresarial y la eficiencia del Estado para crear un ambiente de negocio adecuado en el marco del libre mercado. «El productor, produce para vender sus cultivos, para esto necesita un clima de negocios adecuado», detalló.
Además, sostuvo que el Perú está dentro de los 10 países con más agua dulce, posee diversos climas, tiene más de 650 tipos de fruta, todas sus regiones son productivas, hay 2,2 millones de productores agrarios, entre otros. «Uno de los factores de la agricultura moderna fue la conversión de los productores a empresarios, fue uno de los cambios más significativos, donde nuevos modelos de negocios aparecieron, así como conocimientos, tecnologías y con la combinación del conocimiento propio de un país con una cultura milenaria como el Perú».
Detalló que los resultados que se obtuvo de esta agricultura moderna es que el sector agroexportador del Perú es el segundo a nivel de exportación. «Somos el décimo tercer país en agroexportaciones de frutas y hortalizas. Además, hay miles de agricultores que se integran a esta cadena moderna».
Para Amaro, nuestra posición en competitividad, no es buena. «Estamos en el puesto 65 de 140 países, hemos disminuido dos puntos respecto al anterior año. Los principales países competidores en frutas y hortalizas son: Estados Unidos, España y China, pero en competitividad varía, ya que EE. UU está en el segundo, y los otros en el 23 y 28, respectivamente».
Según el experto, los problemas que se enfrentan para mejorar la competitividad son: estructura en instituciones, infraestructura, adopción de tecnología, sistemas, comunicaciones, mercado laboral, sistema financiero capacitación, entre otros. «El sector público debe avanzar con las reformas para ser sostenibles. La ley de Promoción Agraria debería ser permanente y evolucionar. Tenemos que apoyar y empujar al Estado para que sume la competitividad en el sector», señaló.
De igual manera, se presentó el Dr. Benjamín Quijandría, exministro de políticas agrarias del MINAGRI, con el tema “Agronegocios y Agricultura Familiar”, quien destacó la integración del pequeño campesino a la industria de la agroexportación.
«La agroexportación debe y tiene que convertirse en un motor hacia la agricultura familiar y la pequeña agricultura, porque en Latinoamérica hay muchos casos de éxito, en las cuales, la gran empresa se asocia con el pequeño agricultor en un conjunto de esquemas de trabajo que le permite dar una ventaja para ambos», sostuvo el exministro, Dr. Benjamín Quijandría.
Según Quijandría, la pequeña agricultura proporciona, tierra, trabajo y productos que permite flujos de exportación; sin embargo los casos son pocos y puntuales. «Las razones para impulsar la agricultura familiar y la gran industria es que existe un segmento de pequeños productores que dispone de recursos, estos productores tienden a perder su capacidad de auto sustentación, como consecuencia de los mercados, la economía, la competitividad y la menor política de gobierno». Sostuvo que se debe buscar un mecanismo que difunda la agroindustria y la pequeña agricultura, como formas de asociación. «El campesino podrá incorporar tecnología y tener costos de producción más bajos», argumentó.
Con el tema “Innovación en los Agronegocios” se presentó el MBA. Jorge Caro, consultor en innovación y competitividad I+D+i, quien informó los cambios que hay y vendrán en temas de tecnología y recursos humanos para el futuro. «Por el tema del COVID-19 tuvimos que adelantar dos o tres años la programación que teníamos, además de pasar de un sistema presencial a uno virtual. Por eso, ahora hablamos de agricultura inteligente, cómo va a impactar y qué tipo de recursos humanos se necesitará», señaló. Informó que muchas empresas de Europa aplican big data, internet de las cosas, web, digital trade, realidad aumentada, robots estacionarios, computación cuántica, robots humanoides, entre otros. «La normativa laboral va a tener que ir evolucionando, estamos en un mundo exponencial, ya que se incrementa los conocimientos de 5 mil años en solo 5. Por ello, debemos prepararnos, porque habrá nuevas ocupaciones que todavía no tienen nombre».
Mencionó que, en América Latina y el Caribe hay más de 450 emprendimientos enfocados en la innovación tecnológica a lo largo de los nueve sectores, donde más de la mitad fueron creados en cuatro años. Entre las nuevas profesiones, Caro destaca los siguientes: bioinformática, agricultura digital, piloto de drones, científico de datos agropecuarios, nanotecnología, genetista, mecanización autónoma, entre otros. «Los agronegocios pasas por su mejor momento para aquellos que lo sepan aprovechar. Pero también será el peor momento para aquellos que no hagan nada o los que no innovan o se resistan al cambio», puntualizó.
Para finalizar, expuso el Ing. Alfredo Lira, gerente general de Agrícola Cerro Prieto, con el tema «Agroexportación, Actualidad y frente a la Pandemia», quien detalló su experiencia en el cultivo del palto frente al COVID-19. «Cerro Prieto es un conjunto de empresas, donde su cultivo principal es el palto. La pandemia nos agarró con el menor requerimiento de personal, nos organizamos e implementamos a los trabajadores los cuidados de protección necesarios. El MINAGRI apoyó de manera rápida y entendió el negocio de la agroexportación. Para ello, nos tuvimos que acomodar a la nueva realidad y así mantener esta cadena», indicó. Comentó que se siguió todos los elementos de protocolo y en menos de dos meses empezaron la nueva campaña. Fueron tres fases: i) La misma mano de obra, pero con los cuidados necesarios; ii) Llegar a la cosecha y poder procesar y embarcar; iii) La fruta debe llegar a los mercados y se comercialice en Europa. |