Las palabras de inauguración estuvieron a cargo del PhD. Jorge Alarcón, vicerrector Académico, quien destacó que la UNALM tiene como principal misión el contribuir con la seguridad alimentaria del país. «Este año, la FAO tiene el lema de Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Por lo cual nosotros reafirmamos nuestro compromiso con este lema en nuestras distintas facultades y en la Escuela de Posgrado, ya que aportan desde sus propias perspectivas hacia esta misión global», argumentó.

Por su parte, el coordinador de la Maestría en Nutrición Pública de la UNALM, Mg. Sc. Miguel Ángel Alcántara, indicó que esta efeméride nos encuentra en una situación particular, es decir, en la lucha contra la pandemia. «Hay una interrelación entre los temas de alimentación y salud. Una mala nutrición agrava las posibilidades de contraer el COVID -19. Además, las medidas que se tomaron para contrarrestar la pandemia afectaron la demanda alimenticia, esto debido a los ingresos reales de la población. Ahora también afectará la oferta de alimentos, lo cual elevará la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria», manifestó.

El profesor Alcántara señaló que para evitar este problema se deben unir esfuerzos de instituciones nacionales e internacionales, como ministerios, universidades, centros de investigación, entre otros. «Son diferentes problemas tanto en las zonas rurales como urbanas, por lo cual se necesita distintas soluciones», refirió.

RIESGOS EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

En su exposición, el Mg. Enrique Román señaló que la seguridad alimentaria es cuando todas las personas, en todo momento tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objetivo de llevar una vida activa y sana. «Sus componentes son la disponibilidad, estabilidad, acceso, consumo y utilización biológica».

«El mundo no está en buen camino para eliminar el hambre y la malnutrición. Si las tendencias actuales continúan, en el año 2030 el hambre superará los 840 millones de personas. A pesar de los progresos en la reducción del retraso del crecimiento, la obesidad infantil y la obesidad en adultos aumenta. Además, el COVID-19 amenaza a la seguridad alimentaria. La pandemia podría sumar otros 132 millones de personas con hambre», añadió.

De igual manera, expuso los desafíos de la seguridad alimentaria, los cuales son: i) repunte de la subnutrición (la investigación de alimentos no cubre las necesidades de energía básica); ii) desperdicio alimentario; iii) crecimiento demográfico; iv) la degradación de los suelos; v) el índice de stress hídrico que amenaza las zonas productoras costeras.

COMENTARISTAS

La Dra. Jenny Valdez consideró marcar el rol de cada uno de los actores involucrados con la alimentación, tales como el gobierno, la academia, las entidades nacionales, agricultores, comunidades, asociaciones, empresas, entre otros. «Se requiere que nuestras investigaciones se orienten a hacer una caracterización de la biodiversidad de plantas y animales ancestrales y conocer los potenciales que tenemos en nuestros alimentos», expresó Valdez.

El Lic. Walter Vílchez mencionó que ningún país puede desarrollarse si su derecho a la alimentación se encuentra desprotegido y que para ello existen ciertas políticas relacionadas a la seguridad alimentaria, seguridad nutricional, a la salud y a la lucha contra la pobreza. «El INS está dando énfasis al tema de la alimentación saludable, el cual tiene el poder no solo para enfrentar los problemas de desnutrición, de anemia, sino también enfrentar la problemática que surge por la globalización y urbanización de nuestra residencia», comentó.

El Dr. Alberto Maurer destacó que los problemas de alimentación no se solucionan con producir más alimentos, no basta con ello, porque estos deben ser transportados, vendidos, preservados, comprados, luego hay que prepararlos y consumirlos.«Esta larga cadena que se piensa que es débil, resiste y es muy fuerte, pero todo esto no se puede dar si las políticas públicas no son las adecuadas. Se debe fomentar el mercado, la producción, un buen transporte, una buena competencia y precios adecuados», sentenció el viceministro Maurer