Francisco Ruíz sostuvo que desde el 2001 se elaboró un programa para que sea legal la caza de la anaconda amarilla de manera sostenible. «Esta actividad se puede realizar con medidas y con previo registro… Además, está permitido realizarlo de mayo a agosto y con una mínima medida de 2,30 m», indicó.

Juan Sandi, de la comunidad de Pucacuro, presentó el tema «Carne de animales silvestres en la Reserva Nacional Pucacuro del Perú», quien dio unas consideraciones para un buen manejo de la caza. «Se debe realizar la cacería de las especies aptas para la caza, respetar la cuota de 100 kg por cazador y siendo 3 veces por año, además de realizarlo en las áreas permitidas», señaló.

Sandi destacó que una buena gestión garantiza el buen estado de conservación de las especies de fauna silvestre y hábitat de la Reserva Nacional Pucacuro. «Con ello se contribuye en la economía familiar de las comunidades kichwas del río Tigre, así como la promoción de la gastronomía amazónica, mediante el empleo de insumos provenientes de bosques manejados».

Por su parte, Marco Ribera IUCN/SAVIA (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) dio a conocer la operación Jaguar que se aplica desde el 2019 hasta el 2021 en Bolivia, con el fin de disminuir la caza de jaguares para la comercialización de colmillos y cráneos a países asiáticos.

«Para proteger el 100% de las anidaciones de las tortugas marinas damos incentivos a las comunidades que encuentran los nidos y trabajamos de manera articulada con las instituciones encargadas de regular los recursos naturales», explicó Javier Mojica de la comunidad de Salamina-Nicaragua.

Para el panel «Gestionar la vida silvestre y reducir el comercio ilegal de vida silvestre por parte de las comunidades en entidades de tenencia especial», se presentaron las experiencias de Costa Rica (peses locales) y Brasil (cocodrilos de lago).

Vivienne Solís de CoopeSoliDar R.L expuso el tema «Derechos humanos y conservación - comunidades locales de peces - Costa Rica. «Mi país cuenta con 17 áreas marinas costeras donde las autoridades toman decisiones conjuntas con la población acerca del uso y aprovechamiento de sus recursos».

«Existe un comercio ilegal de productos de vida silvestre, porque hay un mercado donde se oferta. Por ejemplo, la carne de cocodrilo tiene un gran valor y hace falta datos de socio biodiversdad para subsidiar la gestión legal. Las políticas de protección de la vida silvestre son restrictivas o prohibitivas. Además, destacar que las comunidades locales tradicionalmente dependen de productos forestales para generar su principal fuente de ingreso», señaló Marcos Coutinho del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Reptiles y Anfibios, en relación al manejo de cocodrilos.