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SABIDURÍA ANCESTRAL DE LA AGRICULTURA ANDINA
CONFERENCIA: Calendario Ritual Festivo en los Andes

(2019, junio 14)-. En el marco de la celebración por el Día del Campesino, el Ing. Julio Valladolid Rivera, investigador de la Organización Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas (PRATEC); brindó un conferencia acerca de las manifestaciones de la cosmovisión andino-amazónica. Asimismo, se contó con un panel de especialistas en el tema que brindaron sus puntos de vista y conclusiones.

Valladolid en los últimos años ha centrado su investigación en los saberes ancestrales que llevaban a cabo los agricultores cuando interactúan con los cambios de la propia naturaleza, desarrollando saberes ancestrales que concedían la siembra de alimentos y plantas. Él explicó que existen dos tipos de agricultores en el Perú: productores familiares (97%) y no familiares (3%).

Agricultura familiar peruana

Además, en el marco de productores familiares, se puede categorizar en: agricultura familiar de subsistencia (87%), de intermedia (10%) y la consolidada con 5-10 Has. El especialista señaló que entre el 60-70% de lo que se consume en el país proviene de la agricultura subsistencia. Además, resaltó el rol de la mujer andina pues ella representa la semilla y la pachamama. Son llamadas «Guardianas de las semillas» por conocer las propiedades alimenticias, curativas y los rituales para la medicina tradicional.

Frente la conservación con la diversidad y variabilidad de los extremos climáticos para tener suficiencia alimentaria, dio como ejemplo el Caserío de Pichuri – Callejón de Conchucos (Ancash). En ella se encuentra la crianza del agua y de la agro biodiversidad. Con la primera se logra una conservación de las praderas de ichu, crianza de árboles, arbustos y hierbas nativas; en el caso de la segunda, las siembras escalonadas se conservan mediante las señas con la diversidad y variabilidad del “clima”.

 

Señas y calendario festivo

Estos saberes milenarios están constituidos por las denominadas “señas”, “secretos” y “prácticas de cultivo”, y han permitido adaptarse a los cambios climáticos bien sean cálidos o fríos, y conservar la suficiencia alimentaria. Según Villadalid, cada comunidad puede llegar a tener su propia seña; incluso, tras investigaciones, se sabe que los campesinos se aprenden las señales de los otros con el fin de obtener un mayor conocimiento.

 

Entre las señas se tiene a la constelación de las pléyades (suchu, colca, mallas, qoto, cheqe); señas del maíz y sus asociados: cactácea sankay (Comunidad Campesina Socos-Ayacucho); y el aullido del zorro (comunidad campesina de quispillaccta – Ayacucho). También se guían de los cambios de colores en los animales (rana), en la ponencia de huevos de la gallina, etc.

El calendario ritual está basado en los dibujos del cronista andino Guamán Poma de Ayala referidos a las actividades agrícolas de cada mes en la época de los incas y consta de ocho etapas, en donde se puede resaltar lo siguiente: durante los meses de junio y julio se lleva a cabo la selección de diversidad de semillas de almacenamiento mientras que en los meses de mes de octubre – noviembre se realiza la siembra de tubérculos andinos, en setiembre la de granos andinos.

Panel de especialistas

El panel estuvo conformado por el Dr. Carlos Amat y León, profesor principal de la Universidad del Pacífico; Dr. Carlos López Ocaña, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Forestales – UNALM; Mg. Sc. Juan Torres Guevara, director del Centro de Investigación en Zonas Áridas (CIZA – UNALM); Mg. Julio César Alfaro Moreno, director del MUNABA; Dra. Fabiola Parra Rondinel, Profesora Principal del Departamento Académico de Biología; y Nicolás Ibáñez, docente de la carrera de Ingeniería Meteorológica y Gestión del Riesgo Climático.

 

La conclusión principal fue que se debe generar espacios donde haya una dualidad entre la ciencia y la tecnología con las sabidurías ancestrales, con el fin de generar propuestas que confronten el cambio climático. Además, se deben implantar cursos relacionados a ancestrales milenarios en la malla curricular molinera; así como concebir una especialización o maestría en sociología rural.

También es primordial restaurar los saberes (esta debe ser tarea del Estado, ONG´s y PNIA), promover la solución de problemas sociales y culturales en los estudiantes, y continuar involucrando a las diferentes carreras en relación a las formas de ver la agricultura.

Vania Donayre


 


 

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