Con el tema «La mujer en la ciencia», la catedrática inició su ponencia. Mencionó la poca visibilidad de la mujer en el campo de la ciencia, a pesar de ser considerada la primera botánica, al recolectar diferentes plantas para la alimentación y la medicina. Resaltó el rol fundamental que cumple en la sociedad, no únicamente alimentando a su familia, sino observando el medio ambiente y el comportamiento de la meteorología para su cultivo.
La Dra. Manta señaló que a partir del siglo XX la mujer fue introduciéndose en la educación superior y asumió cargos importantes en la sociedad, poniendo como ejemplo a Norma Revoredo, la primera mujer titulada en 1972 y las primeras ingenieras forestales contratadas en 1980 por la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Destacó los avances de las féminas en la academia forestal, tomando en cuenta que la academia es una institución formada por personas destacadas en la ciencia forestal que realizan un bien común con mucha dedicación y estudios. “Es una pasión esta carrera”, afirmó.
La investigadora resalta el 44% de inserción en los estudios superiores de las mujeres en el Perú, dando como base una investigación realizada hace una década donde se verifica que en la Facultad de Ciencias Forestales la cantidad de estudiantes femeninas es mayor a la de los varones.
Consideró de relevancia que la mujer en la sociedad pueda ocupar cargos importantes a nivel gubernamental para realizar nuevos cambios, promover la igualdad de género y apoyar la educación forestal promoviendo su importancia. También se refirió a las principales limitaciones y dificultades de la mujer en la academia forestal que a pesar de recibir pocas oportunidades para demostrar su capacidad, ha podido sobrellevar esas limitaciones debido a la vocación natural que tiene y de esta forma prueba la aptitud para resolver problemas.
Por último, aludió a las perspectivas para lograr la equidad de género. Señaló que para lograr este objetivo hay un extenso camino, pero nos invita a conspirar con la tecnología y la ciencia ya que nos enseña a ser objetivos y a repetir nuestras pruebas de esa forma ejercemos la búsqueda de la verdad.
Otra perspectiva que puntualizó es la de promover la sana competencia entre hombres y mujeres resaltando valores como el respeto, la honestidad, la sensibilidad, la reciprocidad, la confianza y la voluntad para lograr, no solamente bienes materiales o el ejercicio del poder, sino complementarse ambos en su labor y comprender el papel que tienen las profesionales féminas en el desarrollo forestal.
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