La idea del taller en la UNALM es dar los lineamientos para la elaboración de sílabos por competencias, que se basan en el perfil del egresado que se desea obtener. La competencia, según se definió, es «un saber actuar que integra diversos conocimientos, habilidades, actitudes y otros recursos para lograr un desempeño exitoso en situaciones complejas»; también como «habilidad o destreza que desarrolla una persona y que se construye en base al conocimiento y la interacción con las necesidades del entorno, el contexto social, de acuerdo a un conjunto de actitudes, valores y habilidades sociales, con el fin de lograr un objetivo».
También, se definió al Aprendizaje de Enfoque Situado, el cual supone «identificar conocimientos, habilidades y actitudes que han de utilizar los estudiantes», así como «pensar en aquellas situaciones que requieran que el estudiante reflexione, analice, tome decisiones y formule propuestas» para situaciones reales. La competencia, en este enfoque, cambia su definición a «un saber actuar complejo que se apoya en la movilización y utilización eficaz de una variedad de recursos, en una determinada situación».
Posteriormente, se desarrolló el significado de silabo como «un documento que resume la información general de un curso, sumilla, objetivos de aprendizaje, contenidos, metodología, sistema de evaluación y bibliografía».
DINÁMICAS
Los conceptos fueron explicados y trabajados a través de dinámicas que favorezcan el aprendizaje de los profesores, como: identificar oportunidades de mejoras en la estructuración de sílabos, identificar los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales de los cursos que cada docente dicta, así como la redacción de un objetivo de aprendizaje, tomando en cuenta «el tiempo, la acción y producto que demuestran aprendizaje, las condiciones y los criterios». Ello con el objetivo de entender qué involucra una competencia, cuál es su rol en un enfoque situado y porqué es importante que un sílabo tenga información organizada y oportuna.
«Lo importante es entender cuál es el perfil del egresado, ¿qué quiero que mis alumnos aprendan a hacer? ¿Qué contenido actitudinal ha aprendido el alumno?; luego, se deben plasmar las competencias; y después se trabaja la malla curricular», manifestó la doctora Martha Williams.
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