El capacitador enfatizó que el factor clave para la mejora del proceso de producción en viñas es la aplicación de productos fitosanitarios y que todo lo que hagamos debe ser útil para el productor. Por otro lado, destacó que hay diferencias entre la producción de cereales y la producción de uvas, necesitando este último dos veces la cantidad de productos fitosanitarios que el primero.
“Las nuevas recomendaciones de expresión de la dosis de productos fitosanitarios y de volumen de caldo están basadas en la caracterización de la vegetación. La expresión de dosis en función de la superficie de terreno no es la mejor opción en viña. La caracterización de la vegetación se basa en determinar la altura, anchura, densidad de la masa foliar y la superficie”, informó el Dr. Gil.
En referencia al uso de los equipos tecnológicos, mencionó que estos deben ayudar en la mejora del proceso y a reducir el riesgo de contaminación. Hizo énfasis en que cualquiera que sea el método de aplicación de plaguicidas debe ser fácil para el usuario.
“La formación de productores y la transferencia de conocimientos son aspectos claves para el éxito del proceso. La opinión del usurario es el factor de impacto más importante”, detalló el especialista.
Asimismo, resaltó la importancia de un adecuado ajuste de aire para evitar el ‘spray drift’ (cantidad de producto fitosanitario que es arrastrado fuera de la zona objetivo por acción de corrientes de aire durante el proceso de aplicación).
Aspectos regulatorios y metodológicos
Mediante las normas ISO y el Comité Europeo de Normalización, se busca la estandarización y el correcto desarrollo de los procesos. Dentro de ellos existe reglamentación relacionada a las características de la deposición de productos fitosanitarios en el objetivo, la deriva de este y requisitos esenciales que deben cumplir las máquinas antes de su introducción en el mercado o su puesta en servicio.
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