Victoria Calle Montes, Profesora Principal del Departamento Académico de Ingeniería Ambiental, Física y Meteorología, explicó que los eventos hidrológicos extremos se han anunciado desde hace 20 años atrás y son efectos del cambio climático y sus manifestaciones (producto de la utilización de recursos sin criterios ecológicos y ambientales).

La última vez que Perú atravesó por desastres hidrometeoro lógicos, como los actuales, se remontan a 1997 y 1998, años en los que se presentó un Fenómeno de “El Niño” fuerte. Pero, ¿es realmente el Fenómeno El Niño lo que nos aqueja en esta ocasión?

Según Victoria Calle, el actual evento de acuerdo a las ciencias meteorológicas a nivel mundial responde al nombre de Calentamiento Costero o bien calentamiento costero en la región Niño 1+2;  es una manifestación de la redistribución de energía del planeta cuyo origen se debe a las corrientes oceanográficas del Océano Pacífico y al comportamiento del sistema anticiclónico del pacífico sur. Este calentamiento costero en el actual evento 2017 se refleja en la costa norte del Perú  y en el Océano Pacífico Oriental.

PLANIFICAR ANTES DE CONSTRUIR…

La investigadora de la UNALM sugiere tomar en cuenta el aspecto meteorológico en la construcción de viviendas. “Las personas no pueden vivir en las quebradas, ya que tarde o temprano el rio reclamará el espacio que le pertenece desde hace cientos o miles de años… …es una gran oportunidad que nos da la naturaleza de cambiar, entender que podemos revertir esta situación que en la actualidad la vivimos como caos.

Debemos planificar el desarrollo del país, planificar tomando en cuenta y priorizando el clima. Durante los últimos años la naturaleza nos dice que el clima futuro involucra la recurrencia de lluvias abundantes en la costa norte y central y que esta abundancia de agua nos acompañará recurrentemente por las próximas décadas... Hay que calmarnos y entender qué nos está diciendo la naturaleza”

COMO RESPONDER ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Finalmente, Victoria Calle está convencida de que hay formas de aminorar los efectos de los fenómenos atmosféricos y responder ante el cambio climático con metodología y recursos que la sociedad requiere. La UNALM está preparada, por lo que propone que la universidad involucre  básicamente  a cuatro de sus 12 carreras: meteorología, ingeniería agrícola, pesquería y economía, de este modo contar con un centro en el que los especialistas brinden asesoría, basada en estudios, criterios y trabajos de investigación a la sociedad. “Por ejemplo debemos direccionarnos a las energías renovables, entre otras la radiación solar, resultan una posibilidad para frenar los efectos del cambio climático, además de ser una gran fuente de trabajo”, acotó.

Jaasiel Ferreyra Serrano