Las actividades programadas se iniciaron en el Octógono con la exposición del Dr. José Eloy Cuellar Bautista, ingeniero forestal egresado de La Agraria. Su ponencia buscó dar mayores alcances sobre el tomógrafo antes de ser usado en el Jacarandá. Este instrumento, que ha revolucionado el sector forestal, detecta huecos no visibles, pudriciones o deterioro en el interior del árbol, mediante técnicas acústicas no destructivas. A través de gráficos devela el estado sanitario y la calidad de madera. Funciona como un excelente método preventivo.

Ante la coyuntura sobre el destino que afrontaría el Jacarandá, el Ing. Guillermo Gonzales, también molinero, intervino con la intensión de prolongar los años de vida del árbol. “Como todo ser vivo, se evalúa la sintomatología para determinar el estado en el que se encuentra según el tipo de enfermedad, y poder darle trato” señaló.

El paso a paso de la tomografía

Posterior a las intervenciones de los ingenieros Cuellar y Gonzáles, el decano de la Facultad de Ciencias Forestales, Mg. Sc. Carlos Llerena Pinto invitó al público interesado a presenciar la tomografía al Jacarandá. “Las tecnologías contribuyen a obtener datos más precisos” alegó. Seguidamente los representantes del INIA, liderado por las orgullosas molineras, ingenieras Miriam Ramos León y Haru García Mesa procedieron con el protocolo de toma de muestra.

Compromiso reafirmado

Al término de la actividad, el decano Llerena declaró que hay posibilidades de adquirir este tipo de tecnologías. “Pensamos hacer monitoreo de todos los arboles del campus, y en definitiva estos equipos ayudarían mucho. Es importante disminuir los riesgos de caídas de ramas. Hay que hacer un trabajo integral con ellos, desde poda, sanidad, riego”.  Así también, manifestó que en su gestión se está trabajando un plan de prevención. “Estamos conscientes de las necesidades, y los forestales estamos comprometidos  en que los arboles sean realmente ornamentales y no causen ningún tipo de peligro” añadió.

Jaasiel Ferreyra Serrano