La celebración eucarística  fue oficiada por el padre Manuel Zegarra Basurto, ahora capellán oficial de nuestra capilla universitaria San Isidro Labrador. El acto congregó a decanos, docentes, administrativos y alumnos  de las facultades de Ciencias Forestales, Pesquería, Zootecnia, Industrias alimentarias, Agronomía y tuvo mayor realce con la presencia del Dr. Alfonso Flores Mere,  exrector de esta casa de estudios.

Antes de iniciar la misa en la Iglesia Las Nazarenas, los representantes de los programas de investigación y oficinas de la UNALM donaron productos elaborados por esta casa de estudios a las hermanas del convento, que cumplen una loable labor de servicio social brindado tres comidas diarias a los más necesitados del centro de Lima.

Según nos comentó el Ing. Bulnes Soriano, la coordinación para la presentación de esta ofrenda se hizo hace aproximadamente un año atrás con el hermano Efraín Reyes Bazán, capataz de la Primera Cuadrilla de la hermandad, que luego de varias propuestas para la frase se eligió la que luce. Dos de las placas benditas se quedaron en el anda del Señor, las otras serán para la Hermandad y la capilla universitaria de la UNALM.

Terminada la misa, los miembros de la hermandad  invitaron a los molineros a la debelación de la placa recordatoria en su local de reunión, ubicado a pocas cuadras de la Iglesia de Las Nazarenas y también para un comparti, donde se dieron datos de la historia de la formación de la cuadrilla.