Con el tema “Construcción sostenible con bambú en el mundo y en el Perú”, la arquitecta Tania Cerrón, miembro de la Sociedad Bambú, destacó que esta especie botánica captura carbono emitido por la actividad industrial. Siendo una alternativa que soporta los tifones en otros países. Su resistencia radica en su flexibilidad y fuerza, debido a su morfología propia de la especie.
EL BAMBÚ EN EL PERÚ
“El Perú está en una etapa de proceso de crecimiento; actualmente trabajamos en construcción y arquitectura con bambú rollizo, pero en el extranjero se hace con material transformado. Lo que falta es más investigación donde se involucren especialistas forestales, agrónomos, industriales, arquitectos, entre otros involucrados”, mencionó Cerrón.
La expositora indicó que esta especie se cultiva en diversas zonas del Perú, principalmente en Cajamarca (1800 hectáreas), pero bambú natural (nativo) se encuentra en Cuzco y Madre de Dios. “Hay 1200 especies de bambú en el mundo, de las cuales 63 pertenecen al país. El Perú tiene antecedentes en la construcción del bambú en la época de la Colonia se construían iglesias y cúpulas con la quincha”, informó.
En el aspecto económico, destacó que si producimos nuevas tecnologías relacionadas al bambú e impulsamos la industrial en el Perú daremos trabajo a más personas, ya que del bambú rollizo, puede transformarse en laminados y diversidad de materiales como lo hace China.
MIL MILLONES DE PERSONAS HABITAN EN BAMBÚ
Según la experta, los bosques de bambú producen 35% más oxigeno, además capturan de 50 a 100% más el carbono, siendo la productividad por hectárea dos veces a las del árbol. “Hay más de mil millones de personas en el mundo que habitan en casas construidas con este material, además 2,500 millones obtienen sus medios de subsistencia con este recurso”, destacó la arquitecta Cerrón.
Así mismo recalcó que cada vez es más aceptado como sustituto de la madera, inocuo para el ambiente y rentable, con más de 2200 usos. “China es el mayor productor mundial del bambú comercial, da empleo a más de 5 millones de personas, según la FAO. También genera un mayor desarrollo en términos de ciencia y tecnología relacionados con los recursos”, sostuvo.
|