Según su experiencia, se decretaron políticas nacionales, las cuales buscaban la integración y la adecuación de programas que busquen inducir la producción orgánica y la agricultura de baso agroecológica como contribución al desarrollo sostenible del país. Para ello, se contó con el apoyo del gobierno, así como de distintas asociaciones, con los cuales se realizaron grupos de trabajo y seminarios regionales. Las actividades estuvieron concentradas en cuatro ejes principales: la producción orgánica, el uso y conservación de los recursos naturales, el conocimiento de las actividades y la comercialización y consumo.

“Los productores tienen que dar más visibilidad de las experiencias que tienen, ya que eso generará incidencia y repercusión en los planes de gobierno. Esto se puede dar a través de artículos y otros aportes. Otra alternativa sería generar propuestas estratégicas y consecuentes para la producción orgánica. No se pueden prohibir los agrotóxicos de un día para otro. Hay que crear un plan que sea objetivo, realizable y medible”, comentó Laércio Meirelles frente a la situación de los agroquímicos en el Perú.