El docente Julio Alegre inició su presentación acerca de los suelos ácidos de la Amazonía, enfatizando dos zonas que estudió en los últimos años: Yurimaguas (Perú) y Manaos (Brasil). “Los suelos son factores que afectan el desarrollo de cualquier tipo de agricultura y son muy vulnerables; entre ellos tenemos los oxisoles y ultisoles (encontrados en Manaos y Yurimaguas, respectivamente)”, mencionó.

También indicó que una de las principales limitaciones es que el 90% de los suelos amazónicos son deficientes de fósforo; por ello, se realizaron investigaciones y pruebas de fertilización a fin de intensificar el uso de la tierra. El expositor hizo referencia a un estudio donde se comparó el efecto de la roca fosfatada de Bayóvar y las rocas tradicionales en cultivos adaptados a suelos ácidos. De ahí se concluyó que la primera es tan efectiva como los superfofatos en el abastecimiento de fòsforo y su aplicación es más barata que los fertilizantes fosfóricos.

Para finalizar, el Ing. Ostolaza explicó aspectos del silicio, considerado el segundo elemento más importante en concentración de la corteza terrestre. “El silicio tiene una relación íntima con el resto de elementos que forman toda la composición química elemental del suelo… y dependiendo de los puntos de enlace con el oxígeno, se denominará sílice o silicato”.  Este último es la forma en que el silicio encuentra reactividad en la naturaleza.