“La elevación de la temperatura mínima altera el comportamiento de las plantas, por un lado ocasiona un estrés térmico, es decir produce un cambio hormonal, la planta se tropicaliza; por otro lado ocurre la evapotranspiración, al cerrar las estomas el cultivo ya no transpira por lo tanto aumenta la fotorrespiración es ahí donde pierde energías y por consecuencia no tendrá defensas para producir. Por ello es muy importante conocer la fisiología de las plantas para así anticiparse al evento”, advierte el especialista de la UNALM.
El Dr. Osorio señala la importancia de cuidar los frutales en época de estrés ya que estos tienden a ser vulnerables a diferencia de los árboles viejos, quienes hormonalmente demoran en responder. “Por ejemplo, las plantas de palto botarán frutos buenos y malos, el mango Kent, para este año a pesar de las altas temperaturas mínimas en nuestra costa, florecerán pero des uniforme si no se toman medidas preventivas, como: una poda ligera anticipada, aplicación ligera de fertilizantes, etc., y de esta manera obtener cosechas de calidad, cantidad y uniformidad”, recalcó.
El desarrollo de patógenos de suelo es otro de los efectos que se debe tener en cuenta para el cuidado de los cultivos, el cambio del clima causará la estimulación hormonal de insectos de todo tipo así como la aparición de gusanos de raíz. Aunque la disminución de algunas plagas tranquiliza al sector agrícola, el aumento de los grillos causa preocupación.
Se prevé la escases de algunas hortalizas como: los frijoles, pallares, habas, cebollas, apio, entre otros. Para ello sugiere a los agricultores, cambiar de variedades en sus siembras que se adecuen al clima.
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