La Molina - Gaceta Molinera

RETOS Y DESAFÍOS DE LA DESNUTRICIÓN INFANTIL

En un país rico en agro diversidad

(2011, DICIEMBRE 12).- AGROECO es un proyecto de investigación que se inició en el 2011 y debe culminar en el 2014. Ha realizado investigaciones en distintas partes de nuestro país en especial en Cuzco y Cajamarca donde la mitad de los niños sufren de anemia. “Esta mesa redonda debe servir para despertar las dudas e inquietudes en nuestros estudiantes y preguntarnos que papel jugamos los agrónomos en la mejora de la nutrición de la población”, enfatizó el Ing. Roberto Ugás, profesor de la UNALM y líde del Proyecto.

La mesa redonda “Biodiversidad, Agricultura y Nutrición” desarrollada en la UNALM fue organizada por el proyecto de Investigación AGROECO (Intensificación Ecológica y Socioeconómica de la Pequeña Agricultura Andina), University of British Columbia Canadá (UBC), Asociación Nacional de Productores Ecológico (ANPE), Instituto Internacional de Nutrición (IIN), el Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA) además de otras instituciones extranjeras y por el Programa de Hortalizas de la UNALM bajo la coordinación del ingeniero Roberto Ugás Carro.
La Dra. María Scurrah lidera el grupo Yanapai, Organismo no gubernamental cuyo nombre traducido significa “ayuda” trabaja en la localidad de Concepción, región de Junín. La conferencista trató el tema “Ricos en agrobiodiversidad pero pobres en nutrición: desafíos de la mejora de la seguridad”. Por su parte, la Dra. Judy Mclean de la University of British Columbia-Canadá expuso el tema “Retos de la mejora de la nutrición infantil en los primeros 1,000 días de vida. Ambas especialistas dieron a conocer sus experiencias al público, contando como moderador con el Ing. Roberto Ugás, Profesor de la Facultad de Agronomía de esta Universidad, y actual líder del Proyecto AGROECO. La Dra. Scurrah informó que el objetivo de este trabajo fue analizar la situación de la población de Chopcca, Huancavelica. Señaló que aunque se cuenta con biodiversidad, existe una enorme desnutrición, porque la comunidad desconoce los valores nutricionales de cada actividad productiva.
La investigadoa asegura que se consume una significativa variedad de tubérculos y cereales, mientras que el ganado no es utilizado para su venta, ni siquiera el cuy es usado como alimento en los niños pequeños, todo lo cual resulta contradictorio. “Se cuenta con una biodiversidad de especies cultivadas: papas nativas, olluco, mashua, oca, cebada, habas, tarwi, avena, quinua. Lo mismo ocurre con la crianza de ganado: vacas, caballos, llamas, ovinos, porcinos cuyes y gallinas, estos animales son importantes en la medida que sirve para comercializarlos, pero no para consumo propio, y allí radica su error”. Indicó además que, en Huancavelica la desnutrición es más evidente entre los niños de 06 a 36 meses: 44% sufren desnutrición crónica y el 17% desnutrición crónica severa. “Debemos recordar que los niños son el eslabón más vulnerable en la desnutrición, por nuestra parte como representante de Centro Internacional de la Papa (CIP) hemos incentivado la siembra de un tipo de tubérculo mejorado que sea resistente a enfermedades y al clima, también se ha incentivado la crianza de cuyes para que sirvan de alimento a los más pequeños”. Por su parte la Dra. Judy Mclean manifestó que el reto de la mejora de la nutrición infantil en los primeros mil días de vida lo asumía como algo personal por ser madre y le preocupaba que los niños solo consumen lo que les gusta, más no lo que recomiendan los especialistas. Su estudio contempla desde la concepción hasta los dos años de edad del ser humano. ROMPER CON LAS COSTUMBRES Y CREENCIAS ¿Qué es bueno: vegetales o grasas?
La comunidad internacional ha propuesto puntos clave que podrían solucionar o aminorar el problema de la desnutrición contemplando la nutrición tanto de la madre gestante como del niño. Uno de los retos es romper con las costumbres o creencias de las personas sobre la alimentación en los niños. Se debe considerar que la capacidad del estómago del bebé es pequeño, por lo tanto el alimento debe ser consistente. Además está el papel de las grasas en los 1,000 primeros días para el desarrollo de las neuronas y algunos órganos; así también la necesidad de la madre embarazada de una dieta balanceada: ¿Que es bueno los vegetales o las grasas? Lo ideal es combinar ambas necesidades nutricionales en las proporciones adecuadas.
Es necesaria una política específica que se ocupe de las necesidades de los niños, pedir más alimentos con mejor valor nutricional. Puso el ejemplo de África donde ella ha trabajado. Allí se cultiva muchas coles pero no tienen mucho valor nutricional y no es rentable. Entonces se hace necesario involucrar a los gobiernos y la sociedad civil para el compromiso de los 1,000 días, un niño bien alimentado es la seguridad de una sociedad de progreso. Finalmente se formó una mesa redonda con María Scurrah (Yanapi), Judy Mclean (UBC), Hilary Creed-Kanashiroy (IIN) Moisés Quispe (Asociación Nacional de productores ecológicos) ANPE, y Manuel Ruiz, abogado en temas vinculados a políticas y derecho ambiental.
Moisés Quispe (ANPE) dijo que era una situación alarmante y de vergüenza, porque muchos productos de nuestra biodiversidad son destinados para la exportación (maca y quinua). No se debe permitir la importación de productos chatarra: frituras, galletas de soya, nuggets, eso tiene que ver con las políticas del Estado. “Es necesario cubrir las necesidades alimenticias, cambiar la soya por tarwi. ANPE promociona nuevos productos frutales y cereales para el consumo, es parte del proyecto AGROECO, se busca el consumo de productos orgánicos y ecológicos que sean balanceados. Las comunidades deben reconocer las bondades nutricionales de los productos que tienen a la mano y en eso estamos trabajando”.