Las palabras de inauguración fueron dadas por el vicerrector académico de esta Casa de Estudios, Dr. Jorge Aliaga, en cuyo discurso destacó la labor de los jóvenes y los docentes, como Julio Chávez, Gladys Cortez, , Ivón Salazar y el Padre Vicente Imhoffr; miembros del Comité del Voluntariado UNALM, que aunque tienen poco tiempo de constituido, trabajan en conjunto para el desarrollo de nuestra sociedad. Dijo también que estas obras dan realce al distrito y la idea es concretar el Parque Tecnológico de la Molina, porque nuestra universidad está ubicada en una zona estratégica ya que tenemos al SENASA, USIL, IBM, CIP, INIA.
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El foro sirvió para dar a conocer todas las actividades que de manera “voluntaria” se desarrollan en las comunidades rurales y urbanas marginales: tanto en temas de capacitación como es la elaboración de derivados lácteos, así como trabajos de campo, que incluye llevar ayuda técnica a los pobladores del lugar.
Los testimonios de Evelyn León, estudiante molinera del GAV, dieron realce a la celebración. “Nos compete a los jóvenes hacer una labor social…hace once años nació el proyecto UNIR-UNALM de donde se desprendió el GAV, como un grupo de jóvenes que teníamos claro el vínculo entre la Universidad y el compromiso social. Aplicar nuestros conocimientos y voluntad para apoyar a los demás. La voluntad se fortalece con el campo social y en el ámbito en el que vamos a trabajar, contribuyendo a nuestra formación profesional para que nos enriquezcamos como personas. “Unión y trabajo en equipo eso es el GAV”.
Mientras el alumno Anderson Huayna, representante de AYNI, explicó que la labor del voluntariado se reparte en muchas actividades como reciclaje, reforestación, instrucción, talleres de planificación de proyectos. Con el apoyo de un video contó su experiencia en la zonas marginales de nuestra capital y el trabajo que realizan ellos al que llaman “Reciclando ideas”, donde enseñaron a los niños y jóvenes de la “Institución Educativa Villa el Salvador 6066”, el reciclado de muchas cosas inservibles; vivieron de cerca las necesidades de estos pequeños.
También se hizo presente el Lic. Oscar Bravo Vice presidente de CENAVOL y respresentante de IAVE, que destacó la celebración internacional del voluntariado en países como Argentina, Panamá y México; y cómo con el simple hecho de pintar unas paredes, mejorar unas carpetas o sembrar plantas, puede ser una ayuda simple, pero contribuye a mejorar el medio ambiente y nuestra sociedad.
Por su parte la Ing. Fanny Ludeña, jefe del Departamento Académico de Tecnología de Alimentos de Productos Agropecuarios (TAPA) de la Facultad de Industrias Alimentarias, planteó la idea de que la UNALM asigne un fondo para el GAV que facilite su loable labor “porque ellos aportan lo mejor de sí”. Además dijo que esta labor de voluntariado debería ser considerada como “horas de práctica”, para que así más jóvenes se adhieran al voluntariado. Quien también brindó un valioso testimonio fue el Sr. Jacinto Mendoza, poblador de Pachacámac (Quebrada Verde), donde estudiantes molineros han realizado proyectos de desarrollo para su comunidad. “Como no agradecer a los jóvenes que nos han apoyado bastante en los proyectos de de Caracoleando, otros de panificación y yogurt y La Loma de Lúcuma para que se convierta en un lugar de importancia turística ya hemos tenido alrededor de 7,000 visitantes y la protección de 120 hectáreas de área verdes. También agradecer a la profesora Nilda Varas por su experiencia y apoyo constante”.
Finalmente se entregó diplomas a los representantes de AYNI, GAV, CENAVOL y otras representantes de la Universidad Ricardo Palma y un certificado rector al Dr. Abel Mejía Marcacuzco por su valioso apoyo al voluntariado.
Sin duda, actos simbólicos como este buscan dar a conocer la contribución de los jóvenes ayudando a personas que necesitan de sus conocimientos, entusiasmo, energía, visión, al mismo tiempo que tienen la oportunidad de conocer y comprender su realidad. Sea mediante la ayuda humanitaria en situaciones de desastre o realizando actividades productivas y de conservación ambiental con la comunidad o mediante la atención de temas de gestión económica, sociales y culturales. Miles de jóvenes evidencian que la solidaridad, la preocupación por “el otro”, el cuidado de los demás y del planeta son componentes vivos de la sociedad y de la cultura, aunque poco conocidos o valorados.
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