El expositor empezó su ponencia explicando qué es una feromona a la cual definió como “un compuesto químico natural que sirve para la comunicación entre individuos dentro de la misma especie” asimismo esta comunicación puede ser intraespecífica (por ejemplo entre insectos) o interespecífica (entre plantas e insectos).  La importancia de la feromona en el control de plagas es que al identificarla se puede crear un equivalente es decir una feromona sintética que permita variar el comportamiento de los insectos y evitar de esta manera que estos provoquen enfermedades en las plantas.

Al respecto el especialista afirmó que “una vez que uno encuentra la feromona de un insecto o plaga, uno puede identificar una feromona que está siendo producida por la hembra y usarla para evitar que el macho la encuentre.  Entonces se produce la feromona sintética que puede ser aplicada, en vez de por ejemplo aplicar un insecticida que es tóxico para el medio ambiente uno puede usar un producto natural para evitar que el macho encuentre a la hembra, y así no se aparean ni se reproducen”.

Teniendo como marco principal el estudio de los cultivos de arándanos, prosiguió explicando conceptos como: atracción competitiva, camuflaje, adaptación sensorial/habituación, así como las ventajas del uso de la feromonas sintéticas entre las que mencionó: alta especificidad, compatibilidad con control biológico, mínimo efecto en el medio ambiente y larga duración; también habló acerca de sus desventajas como por ejemplo: alto costo laboral, falta de control más de una plaga, uso a grandes escalas, y necesidad de educar al agricultor.