Señor Rector, señor vicerrector, señores decanos, señores profesores, queridos familiares y amigos, compañeros graduandos. Quisiera empezar agradeciendo, en nombre de mis compañeros y mío, a todos los que nos acompañan en este día tan especial. Día en que celebramos el término de una etapa muy importante en nuestras vidas y damos inicio a una etapa más importante aún: la profesional. Hoy es un día lleno de emociones encontradas, muchos no veíamos la hora de terminar la universidad, otros no tanto…. pero estamos aquí! y estamos felices porque hemos demostrado lo que somos capaces de hacer cuando nos proponemos algo. Por otro lado también está la nostalgia, pues esta universidad ha sido más que una casa para nosotros… ha sido un hogar, en el que hemos pasado alrededor de cinco años otros un poco más… Pero también nos quedan los recuerdos que llevaremos par a toda la vida, pues cómo olvidar nuestra semana universitaria: el corso, la gymkhana, viendo a todos identificándose con su facultad y más aún con la universidad, las fiestas en el campo ferial, por el aniversario o por fin de exámenes o por la mejor excusa que encontráramos, los bautizos, las reus en hormigas o en la rotonda, las largas colas del comedor, las llamitas en los jardines, la pachamanca y las empanadas y las usuales salchipapas que comíamos mientras hacíamos hora esperando alguna clase. Pero también están los recuerdos de esos cursos que nos hicieron pasar más de un susto, de los profesores que nos cerraban la puerta aunque nos vieran corriendo por llegar, de las amanecidas en grupo estudiando y divirtiéndonos también, por los pasos sorpresa, los trabajos de campo, las clases de laboratorio a las 8 am, los arverjitas, etc en fin… hay miles de vivencias que nos han marcado y que nos han hecho pasar gratos momentos. Creo que es importante recalcar que aquí también hicimos grandes amigos, personas maravillosas con las que hemos compartido buenos y malos momentos y que han hecho que nuestro paso por la universidad no se haga tan difícil. La universidad Agraria La Molina, es mucho más que un campus lindo lleno de jardines y aire puro, es el lugar donde nos han dado conocimiento, la base para poder hacer grandes cosas en el futuro. Nos ha preparado para ser excelentes profesionales capaces de enfrentar cualquier dificultad que encuentre en el camino y para asumir grandes retos también. Pues un molinero es tenaz y es un luchador constante, y por sobre todo es una persona íntegra llena de valores morales que no sólo piensa en sí mismo y en su bien sino que piensa en todo lo que le rodea, buscando la mejora continúa y el desarrollo sostenible. Por todo esto, creo que hemos tenido mucha suerte de tener la oportunidad de estudiar aquí, y es por eso que ahora comienza un reto mucho más grande y es el de llevar el nombre de nuestra universidad en alto, como lo han hecho nuestros anteriores compañeros, mostrándole a todos como son los profesionales molineros y lo que son capaces de hacer. Luego de recordar y reflexionar un poco, es importante agradecer a todos aquellos que estuvieron a nuestro lado durante este tiempo. En primer lugar, a nuestras familias pues siempre estuvieron apoyándonos incondicionalmente, desde el día que ingresamos hasta el día de hoy, y que han hecho muchos sacrificios para que nosotros lleguemos a estar aquí hoy. A nuestros queridos profesores por su paciencia, dedicación, su conocimiento, experiencia, por su exigencia, que aunque en las épocas de estudiantes nos hacían renegar ahora entendemos porque lo hacían y más que nada queremos agradecerles por su amistad pues siempre estaban dispuestos a escucharnos y resolver nuestras dudas así estas no fueran académicas y por enseñarnos cosas que van más allá de las aulas. A nuestros decanos y a todas las personas que nos apoyaron durante este trayecto. Por último, quisiera agradecer a los amigos y personas especiales que siempre estuvieron dispuestas a escucharnos en momentos difíciles, que nos dieron palabras de aliento cuando no nos iba tan bien y que nos ayudaron a luchar para continuar y llegar hasta aquí. Y por supuesto, felicitarnos a nosotros mismos por esta meta que hemos alcanzado, por no haber dado marcha atrás, aunque algunos lo hayan pensado… Pero lo hemos logrado y hoy estamos aquí. ¡Felicitaciones a todos! Finalmente quisiera compartir con ustedes una frase de Herman Hesse: “Para que pueda surgir lo posible. Es preciso intentar una y otra vez lo imposible”. No hay que rendirse frente a las adversidades, nos hemos trazado una meta grande que fue terminar la universidad y lo hemos logrado. Ahora nos esperan retos mucho más grandes y muchos sueños por cumplir. Así que hoy, amigos graduandos, los invito a iniciar juntos este nuevo camino. Muchas Gracias.
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