La fibroína del gusano de seda, el núcleo del filamento de la seda, es una proteína polímero atractiva para las aplicaciones biomédicas, gracias a su biocompatibilidad, a la  capacidad de promover la regeneración de los tejidos y a la lenta biodegradación, según manifestó la Dra. Antonella Motta en su idioma natal mientras era traducido por la Dra. Giovanna Salice.

“Sin embargo los materiales de la seda pueden ser muy diferentes en su composición, estructura y propiedades debido a la fuente específica, así como en su tratamiento, en particular la conformación de la proteína es esencial para las funciones biológicas, conduciendo una diferente absorción de proteínas”, señaló.

En función a algunos métodos como el de preparación, transformación entre  otros se puede decir que la fuente de la seda con químicos de los aminoácidos, puede lograr que el polímero puede asumir diferentes estructuras, que conducen a diferentes propiedades mecánicas y biológicas.

Estas investigaciones se tornan de particular interés en el campo de los biomateriales y, la biocompatibilidad asociada es la primera interacción de las superficies de materiales con los sistemas de defensa biológica, como la coagulación de la sangre y la inflamación. Las interacciones del complemento están mediadas por una combinación de la estructura y la química del biomaterial, como las modificaciones de la proteína serum en las superficies.