Los beneficios de la micropapa radican en su uso como semilla, la cual, después de ser  sembrada en el campo, sólo necesitará 20 días para generar la planta y tres meses más para germinar las papas. Además, esta nueva variedad se puede sembrar en cualquier época del año, permitiendo incrementar el número de periodos de cosecha para provecho de los agricultores.

Según la Dra. Lourdes Tapia Figueroa, directora del Instituto de Biotecnología de la UNALM, cada planta nacida de una micropapa dará como cosecha cuatro kilos de papas normales, superando a los cultivos in vitro que sólo generan un kilo por tubérculo.
Para obtener estas papa-semillas, el meristema es colocado en un biorreactor, a través del cual sólo recibe aire puro, disminuyendo así su nivel de contaminación y estrés. Una vez que los pequeños tubérculos se hacen visibles dentro del biorreactor, las papa-semillas están listas para cosechar.