Durante la investigación se realizaron 80 pruebas de infiltración en las laderas de 27 microcuencas alto andinas; además se analizaron, hidrológicamente, las tormentas de las 5 estaciones meteorológicas representativas de la sierra peruana. También se ejecutó una encuesta a 80 trabajadores encargados de conservar los suelos mediante la construcción de zanjas de infiltración construidas hace más de 8 años, a fin de conocer su opinión sobre los beneficios de dicha práctica en la captación del agua de lluvia, su impacto en el crecimiento y regeneración de la cubierta vegetal y en el incremento de la disponibilidad de agua en las partes bajas de las laderas.
Asimismo, se elaboró un software, llamando “Zanjas de Infiltración – UNA La Molina”, mediante el cual se puede conocer las características de diseño de las zanjas de infiltración para cualquier condición de terreno, suelo o precipitación.
Los resultados indican que las zanjas de infiltración son efectivas para la captación del agua de lluvia permitiendo una infiltración de agua, entre 280 y 6800 m3/ha anualmente, para zonas con precipitaciones entre 600 y 800 mm/año. Siendo esto muy positivo para la disminución significativa de la erosión hídrica del suelo, haciendo frente a los problemas del calentamiento global y permitiendo la reforestación de las zonas, generando trabajo para las poblaciones altoandinas. |